
Con esta carta me parece que se está juzgando de más y cayendo, hasta cierto punto, en el fanatismo. Me pregunto si el Cardenal se flagela o se castiga físicamente cuando comete algún pecado. Me he puesto a pensar si éste tipo de comentarios realmente ayudaran a las personas "impefectas por naturaleza" a seguir la religión o simplemente las aleja aún más, yo creo que las aleja y no deja duda alguna a querer volver, por lo menos a la religión católica. Sin embargo, yo, a diferencia del Cardenal, respetaré su forma de pensar y sus creencias, ya que es eso lo que nos hace más humanos, y desde mi punto de vista, más cercanos a Dios. Por que si se respetaran las diferentes creencias de los individuos, sin juzgarlas por ser diferentes, sin tratar de unificarlas, el mundo sería muy diferente. A tal grado que considero que se reducirían las guerras o incluso no existirían.
Tomando algo que mencionó el Cardenal: "La Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo, tiene la obligación y la tarea de enseñar la Palabra de Dios, de transmitir con fidelidad y explicar lo que Cristo, el Hijo de Dios, nos dejó dicho en orden a nuestra Salvación Eterna". Considerando que la palabra que ellos predican sea la legitima palabra de Dios y no sólo en un tanto con modificaciones y ajustes, pero tal cual, me pregunto si él presume la iglesia como perfecta. Yo considero que nada creado por el hombre puede llegar a ser perfecto, y por tanto, la iglesia no es perfecta. Y considerando que la iglesia no es perfecta, porque cree él que puede llevar a la perfección, e incluso juzgar a los que no la siguen como dogma de fé. Se dice que Cristo no mencionó un templo de piedra, sino el templo que resguarda nuestra alma, nuestro propio templo, nuestro cuerpo.
Y bien, yo creo que la iglesia si tiene la facultad de guiar a las personas por un buen camino, pero no creo que sea la forma de conseguir la Salvación Eterna en última instancia, yo creo que eso depende de cada persona con o sin la influencia de la iglesia. "Parte un leño y allí estaré. Levanta una piedra y me encontrarás", no en las construcciones de madera o de piedra, sino en todos lados. Lo que importa es saber reconocerlo y amarlo.
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